sábado, 24 de diciembre de 2011

Apuntes desde París: Cronenberg, Bonello

Como en todo el mundo, la cartelera de esta Navidad está dominada por Tom Cruise y su "Misión imposible", pero en el cinéfilo y frío París el estreno de la semana es "Le Havre", la impávida y encantada fábula de Aki Kaurismaki, que hace profesión de fe en el realismo poético del cine francés de los años treinta, en el marxismo humanista posible en tiempos de escepticismo, y en el humor y la solidaridad como bálsamos para la crisis.




Si "Le Havre" es distintiva del estilo de su autor, reconocible en cada detalle, "Un método peligroso", de David Cronenberg, ha desconcertado a los seguidores de su director, pese a ser una de sus películas más depuradas, maduradas, sentidas. Es el retrato del personaje de Jung (el formidable Michael Fassbender) enfrentado a alternativas de vida frente a las que debe tomar decisiones. El drama del hombre sensible que en medio del camino de la vida encara la tentación del desorden, la crispación, lo indecible, lo oscuro, lo paralelo, lo alternativo. Las opciones de la armonía, el orden y la rutina o la alteración, la agitación íntima y el dolor. Cronenberg filma una historia pasional, un melodrama contenido, una pieza de cámara que encuentra su momento fuerte en los diez minutos finales, extraordinarios, de una melancolía serena y conmovedora: el reencuentro de los amantes que Cronenberg proyecta en el horizonte de las catástrofes de la Historia que ya se asoman.




"L'Apollonide", de Bertrand Bonello, retrata el día a día de una casa cerrada de prostitución en el París de los días finales del siglo XIX y comienzos del XX. Las referencias a Ophuls y Renoir son evidentes. El estilo de Bonello es moroso aunque con aciertos evidentes en la ambientación y el modo en el que articula historias folletinescas y licenciosas -en alusión a la literatura genérica de esos años- que involucran a las muchachas que trabajan en la casa.



La Cinemateca Francesa dedica una exposición a "Metrópolis", pero eso lo tratamos en el próximo post.


Ricardo Bedoya











1 comentario:

100tificoloco dijo...

Realmente siento una sana envidia a los franceses , pues mientras alla en la lejana paris es comun ver y respirar arte en donde uno se encuentre (en todos los ordenes: social,educacional e incluso estatal o particular) y eso se refleja en las peliculas citadas por ud señor bedoya ; aca muy lejos en este lejano pais de sudamerica donde el desorden y caos es cosa mas q rutinaria y la contraparte al arte es la q reina (por mencionar solo los medios de comunicacion) , tengo q soportar ver hasta el hartasgo los afiches y trailers de alvin y las ardillas , pinguino sweet 2 , mision imposible (ya olvide q numero) , o la ultima y mas esperada cinta del "gran" (solamente en estos lares) steven spelberg : las aventuras de tin tin . Si definitivamente siento una sana envidia a los franceses (podran ver metropolis en una verdadera sala de cine), y tambien a los alemanes , ingleses , suecos , etc .