viernes, 13 de enero de 2012

Conocerás al hombre de tus sueños




“Conocerás al hombre de tus sueños” es una comedia oscura e implacable de Woody Allen y una de las mejores películas de sus años recientes. Sigue a un grupo de personajes encaramados en la rueda de la fortuna; es decir, en el caprichoso vaivén del azar y el sinsentido de sus vidas. A todos los asalta la necesidad de cambiar de rutinas, de dar un paso adelante, de mirar hacia otro lado, de ser felices aunque sea por el tiempo que les reste de vida. Pero los ilusos no cuentan con el dominio de lo azaroso y lo improbable, con esas leyes de la predestinación que, en el caso de Allen, no poseen los trazos de hierro de la tragedia, sino las formas de los invariables “quid pro quo” verbales y dramáticos de las comedias de boulevard.
La cinta pasa a toda velocidad del apólogo moral a la comedia de situaciones, de la sátira a la melancolía, de la mirada mordaz hacia charlatanes y adivinos a la calidez y tolerancia con que registra el monólogo de Anthony Hopkins en el que resume los pesares de su pasado. Si la voz omnisciente del narrador redobla la idea de un demiurgo que todo lo descompone, el punto de vista de Allen se ubica al lado de los que observan el cómo se voltean las cartas de modo repentino y no pueden controlar la marcha del tiovivo del destino. Como Naomi Watts al descubrir los aretes que la enfrentan a la evidencia de la verdadera relación de Antonio Banderas. Los aretes del melodrama, posesiones del deseo, objetos de la fatalidad, como en Ophuls, al que tanto admira Allen.


Ricardo Bedoya

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